Aunque guste de recorrer el mundo, no siempre hay que irse lejos para dejarse sorprender, para descubrir lo diferente, lo impactante… A menos de media hora de mi casa, en la localidad alicantina de Ibi, cada 28 de diciembre las calles se convierten en un campo de batalla donde la pólvora y la harina son las protagonistas.

La fiesta de Els Enfarinats combina humor, tradición y caos organizado. Un grupo de vecinos, ataviados con uniformes estrafalarios, “toma” el control del pueblo imponiendo leyes absurdas y multas ficticias, mientras la gente les planta cara a golpe de harina, huevos y petardos. Entre nubes blancas y explosiones festivas, se revive una tradición que mezcla sátira política, espíritu lúdico y un gran sentido de comunidad.

Vivirla es aceptar que, quieras o no, te llevarás el recuerdo de la harina, los huevos y el olor a pólvora en tu ropa… y que la sonrisa será inevitable. Porque, a veces, las fiestas más locas y memorables están mucho más cerca de lo que imaginamos.